terapia conductual infantil
La conducta del niño o niña pocas veces, o incluso nunca, tiene que ver con algún problema de tipo mental o psiquiátrico como lo es el llamado Déficit de Atención e Hiperactividad

Por JORGE DECANINI
Ser padres no es cosa fácil, como bien se dice popularmente, no hay escuela para padres o madres (de hecho sí hay pero no acudes); por ello es normal que a veces la energía de los niños y niñas de la casa nos abrume. Si ese es tu caso una Terapia Conductual puede ser lo que necesitas.
A diferencia de la Terapia Individual, que como su nombre lo indica, se dirige a un único individuo, la Terapia Conductual, al menos en su enfoque infantil, no sólo va hacia la figura del niño o niña que es designada por la familia como el “problema” (conoce más de eso en la sección de Terapia Familiar), sino que la conducta del niño está totalmente ligada a los padres, su control, vigilancia, autoridad y afecto, cuyo exceso o falta (en cualquiera o todos los elementos ya mencionados), deriva en una conducta que la familia podría considerar como “no adecuada”.
Cuando un niño o niña manifiesta un comportamiento que es considerado como “inadecuado”, ello significa que las conductas de ese niño o niña son disruptivas para la dinámica familiar o social en el contexto en que se encuentra; en otras palabras, que es un niño que hace cosas que se ven mal por los demás.
“Es que es un niño <imperativo>” (frase usual que usan para referirse a los niños hiperactivos)


La realidad es que la conducta del niño o niña pocas veces, o incluso nunca, tiene que ver con algún problema de tipo mental o psiquiátrico como lo es el llamado Déficit de Atención e Hiperactividad, término ampliamente reconocido en el ámbito social pero que es tema de discusión en la comunidad científica, existiendo algunos (me incluyo) que no lo reconocemos como una entidad nosológica real, sino como un invento más del eterno sistema de control social en que estamos inmersos.
No entraremos en detalles anarquistas respecto a nuestra pérdida de libertad, sino que nos enfocaremos en dar a entender la idea de que un niño o niña con una conducta inquieta es, la mayoría de las veces, un niño o niña totalmente normal y funcional, cuya normalidad no es “conveniente” a las rutinas diarias que la familia preferiría tener o a las limitantes que la sociedad moderna nos impone a todos.
Es por ello que en la Terapia Conductual/Infantil el niño o niña NO constituyen el foco de atención sino aquello que le rodea, el contexto familiar y social, específicamente el nivel de vigilancia y permisividad que sus adultos responsables le otorgan.
En una sesión de Terapia Conductual/Infantil padres y madres son el foco y, con ayuda del niño o niña, encontraremos un método apropiado y adecuado, respetando siempre las necesidades familiares, para lograr una relación paterno-filial más cercana, protectora y nutritiva.
Lo que necesitas saber antes de agendar una cita
- Sesiones de 45 – 60 minutos
Importante cumplir los horarios por respeto a las personas que puedan estar esperando - Cancelaciones con al menos 24 horas de anticipación
La cita será cobrada si cancelas de último momento, o sea en las últimas 24 horas antes de la cita programada - Puntualidad
45 0 60 minutos se van muy pronto, esos minutos de retraso son muy valiosos para lograr tus metas - Horario de atención
Lunes a Viernes, de 6 pm a 8 pm
¡INDISPENSABLE!
TENER DESEO DE CAMBIAR
Llegas al psicólogo o psicóloga porque algo no te está funcionando, por lo mismo es necesario que, cuando menos, tengas la disposición para TÚ hacer algo distinto con tu vida.
O comunícate al 844-118-51-01 con Josefina Charles
Y no lo olvides: La Meta es Ser Feliz