El PODER de cumplir tus metas

LA META ES SER FELIZ, lo he dicho en tantas ocasiones, incluso es el lema de mi modelo terapéutico. Sin embargo alcanzar dichas metas no es tarea sencilla y la incapacidad de llegar a término es la que nos lleva a la FRUSTRACIÓN y, posteriormente, a la AMARGURA.

Es difícil ver el mundo con una perspectiva agradable y optimista cuando no has podido cumplir tus objetivos. Levantarte cada mañana para ir a trabajar duro, sólo para volver y darte cuenta que no puedes obtener aquello que tanto deseabas por alguna incidencia repentina o cambio de los azares del destino. En esas situaciones es totalmente normal el sentirse impotente, el pensar que no hay nada que puedas hacer para alcanzar esos sueños tan lejanos que, piensas, totalmente imposibles. “No puedo más”. Es la frase que suelo escuchar en consulta.

En todo el párrafo anterior hay una palabra, que más que palabra es una idea, un concepto. Y quizá de primera instancia parece un párrafo de lo más normal, algo que podrías conversar con tus compañeros de trabajo a la hora del café. Pero probemos nuevamente si lo puedes identificar con esa idea resaltada:

“Es difícil ver el mundo con una perspectiva agradable y optimista cuando no has podido cumplir tus objetivos. Levantarte cada mañana para ir a trabajar duro, sólo para volver y darte cuenta que no puedes obtener aquello que tanto deseabas por alguna incidencia repentina o cambio de los azares del destino. En esas situaciones es totalmente normal el sentirse impotente, el pensar que no hay nada que puedas hacer para alcanzar esos sueños tan lejanos que, piensas, son totalmente imposibles. “No puedo más”. Es la frase que suelo escuchar en consulta”.

Puedes, puedo, puedas, podido, impotencia, imposible”. Todas esas palabras vienen de la misma raíz, PODER, que a su vez viene del latín “possere”, que a su vez viene de “posse”, que a su vez proviene de la raíz indoeuropea “poti”, la cual te va a sorprender su significado cuando lo platiquemos más adelante.

PODER es una palabra que utilizamos frecuentemente en nuestras conversaciones, la empleamos con total libertad pero desconocemos lo que realmente significan.

La Real Academia de la Lengua Española define el PODER como:

“Tener expedita facultad o potencia de hacer algo. Tener facilidad, tiempo, lugar de hacer algo. Tener más fuerza que alguien, vencerlo luchando cuerpo a cuerpo. Ser más fuerte que alguien, capaz de vencerlo. Aguantar o soportar algo o a alguien que producen rechazo. Ser contingente o posible que suceda algo”.

RAE

Aquella es una definición que incluye las variantes más frecuentes en que utilizamos el verbo PODER, sin embargo yo, en mi rama de las humanidades y la psicología, en base a lo que me encuentro diariamente en consulta, he llegado a otra definición de PODER que deseo compartir contigo.

PODER es:

“La capacidad de SATISFACER los DESEOS o NECESIDADES en el instante en que éstos surgen”.

Psicólogo Decanini

Volvamos un poco a algunos artículos atrás cuando hablábamos de la FRUSTRACIÓN. Una de las más frecuentes exclamaciones que realiza una persona FRUSTRADA es: “¡Qué IMPOTENCIA!” o la ya mencionada: “¡No PUEDO más!” Así podemos ver que en la FRUSTRACIÓN, más allá de los problemas de COMUNICACIÓN de los que tanto hemos platicado, o de las dificultades para tomar alguno de los Tres Caminos Contra la Frustración, la verdadera causa desencadenante del sentimiento de FRUSTRACIÓN es la falta de PODER.

PODER lograr aquello que nos hemos propuesto, PODER conseguir las metas, PODER ser feliz. La palabra PODER, más bien la falta de éste, es el principal desencadenante de la FRUSTRACIÓN.

¿Qué es el PODER aplicado a mi vida? Esa es una pregunta importante que debemos responder en algún momento de tu proceso terapéutico. Como he dicho desde el comienzo, la causa que motiva a una persona a acudir al psicólogo es que tiene dificultades para ser feliz, y hemos explicado muchas de las dificultades en sí desde el punto de vista de la COMUNICACIÓN, pero la propia COMUNICACIÓN tiene PODER en sí misma, el PODER de comunicar y transformar el exterior para satisfacer los DESEOS o NECESIDADES.

En otras palabras, la causa de la infelicidad es la falta del PODER para alcanzar la felicidad.

Decía Michel Foucault:

“El PODER designa relaciones entre sujetos que de algún modo conforman una asociación o grupo; y para ejercerlo se emplean técnicas de amaestramiento, procedimientos de dominación y sistemas para obtener la obediencia”.

Michel Foucault

Asimismo Foucault comentaba que el PODER no es algo que se tiene sino que se ejerce. Se tienen los recursos: Dinero, inteligencia, fuerza física, status social, condición racial, etc; que facilitan el ejercicio del PODER. Así el PODER es algo que se expresa en las acciones, que implica un discurso que genera una RESISTENCIA. “El PODER no es algo que se actúa sino que se realiza en base a otros”.

Las interacciones interpersonales están plagadas del ejercicio del PODER, siempre en base de quien tiene más condiciones para ejercerlo que otros. Se desarrolla tanto a nivel macro-social como micro-social e incluso (y esto ya es mío), a nivel individual, que es mi principal enfoque.

Vivimos inmersos en un mundo jerárquico donde otros se aprovechan de otros, siendo los últimos otros quienes usualmente llegan a consulta, irónicamente a someterse a los designios de otro más que buscará ayudarlo (por una módica suma) a que deje de necesitar ayuda.

¡Recupera tu PODER! Es lo que digo al iniciar la consulta. Porque tú, quien está de paciente con el psicólogo, tienes el PODER de tomar acciones, porque tu PODER no te lo pueden quitar sino, como dijo Foucault “para ejercerlo se emplean técnicas de amaestramiento, procedimientos de dominación y sistemas para obtener la obediencia”, necesitan “convencerte” de entregarlo, de entregar el PODER sobre ti.

¿Cómo es eso? Mediante el discurso del que Foucault habló, en base a la idea de que algo DEBE ser de una forma, implicando ese DEBE la pérdida del PUEDE, palabra relacionada con PODER. Al modificar el PODER por DEBER se genera todo un proceso de adoctrinamiento en que el individuo, tú, comienza a ser privado sistemáticamente del PODER que sobre sí mismo posee.

Eso no es tan fácil como suena sino que viene derivado de un largo proceso educativo que comienza a edades muy tempranas, desde el concepto de padre y madre, mismos que implican una relación de DOMINACIÓN sobre el hijo o hija, manifestándose en él la idea adulto-centrista de la doctrina: “Quien es más grande manda”.

Luego pasamos a la escuela donde el sistema jerárquico mantiene las escalas de poder delimitándose en niveles de Maestro/Alumno, en que el primero ejerce notable poder sobre el segundo; sin olvidar que entre los mismos alumnos comienzan a manifestarse niveles de PODER y jerarquías que implican una asimilación de las ideas de la posición que el individuo ocupa el RELACIÓN con los otros.

La iglesia, el gobierno, el sistema penal y judicial, la familia, los amigos, el trabajo; todo confiere al individuo de la idea de que: “Existe una jerarquía, existe una diferencia, existe una manera en que las cosas DEBEN ser”. Y el individuo entonces es CONVENCIDO de esa nueva realidad en la que el propio individuo está LIMITADO por el DEBER.

El individuo entonces ha sido SOCIALIZADO, integrándose de ese modo a la bien-amada SOCIEDAD, adhiriéndose a sus reglas y estatutos estrictos que deben ser cumplidos para PERTENECER a dicha SOCIEDAD.

PERTENECER en sí misma implica una pérdida de poder, un sometimiento de la voluntad hacia una instancia “superior” que ahora impone la suya.

Eso te ocurrió a ti, a mí, y a todas las personas a tu alrededor, hemos sido SOCIALIZADOS, despojados de nuestro PODER sobre nosotros mismos. ¿No me crees? ¿Alguna vez has NECESITADO enormemente orinar y no tienes un baño cerca? A nivel práctico tienes el PODER de satisfacer esa NECESIDAD tan básica, PODRÍAS simplemente orinar y ya; pero la SOCIEDAD no lo acepta y tú has comprado esa idea. Por ello soportarás cuánto calvario debas soportar con el fin de seguir cumpliendo los estatutos sociales y evitarás, ¡TÚ MISMO/MISMA! Satisfacer esa simple NECESIDAD, hasta que las condiciones sean adecuadas para ello.

Con esto no pretendo lograr que vayas a orinar por todos lados sino que es una manera de ejemplificar la manera en que hemos sido desprovistos de nuestro PODER sobre nosotros mismos, convencidos como estamos que hay cosas que no se DEBEN hacer, sin importar cuánto las DESEEMOS o NECESITEMOS.

Esta pérdida del PODER se ejemplifica de formas mucho más sutiles en la vida diaria, en ideas relacionadas a “tu lugar”, “tu posición”; sin importar que dicho lugar o posición no sean benéficos para ti. De ese modo aquel quien, por situaciones completamente azarosas: Raza, posición social, nacionalidad, etc; se encuentra ubicado socialmente en una escala de posición menor, DEBE aceptar la posición de PODER de aquel en la escala superior: Jefe, director, maestro, padre; sin importar que esa diferencia jerárquica no le sea benéfica a dicho individuo.

Decía Merton (1957) con su teoría de la Anomia:

“Los individuos anhelan aquellos objetivos que son valorados en cada sociedad; nuestros apetitos son inducidos culturalmente. Perlo la cultura también designa los medios por los que los objetivos pueden conseguirse”. Por ello:

Merton

“Todos deseamos las mismas cosas pero no todos tenemos las mismas posibilidades de obtenerlas”.

Y ahí se encuentra la raíz de la FRUSTRACIÓN, en la falta de PODER de alcanzar los objetivos trazados y socialmente inducidos debido a que no contamos, por cuestiones jerárquicas, de posición, con aquello que se requiere para lograrlo.

Dicha jerarquía se manifiesta en forma de carencia económica, incapacidad física o imposiciones idílicas acerca de lo que DEBE ser, por consiguiente generando una prohibición de lo que NO DEBE ser, y una FRUSTRACIÓN por dicha limitante.

Te sorprenderá saber que México es el segundo país con mayor violencia de género en el mundo; te sorprenderá más saber que “posse” es la raíz de “esposo”. Desde nuestro propio lenguaje hemos construido las relaciones de PODER en base a características jerárquicas azarosas como: Nacionalidad, raza, status social; e incluso por el SEXO y el GÉNERO.

¡Recupera tu PODER! Y la manera de lograrlo es entendiendo que NADA ES TUYO, NO son tus ideas, NO son tus valores; todo lo que crees que eres tú ha sido una construcción ajena que DESEA tu sometimiento a su voluntad.

Porque TÚ eres valioso/valiosa, por ello la SOCIEDAD DESEA tu sometimiento. Modifica tus ideas, destruye eso que desde adentro limita tu PODER y, TÚ MISMO/MISMA, reconstrúyete de un modo que te acerque más a LA META, que ES SER FELIZ.