Una comunicación eficiente es aquella que es capaz de transmitir, de manera clara, precisa, CONCRETA, aquellas NECESIDADES o DESEOS de la persona que se encuentra comunicando. Muchos de los problemas de la comunicación se derivan de temores o sesgos del pensamiento, mientras que otras son simplemente debido al desconocimiento del código comunicativo, el uso correcto de las palabras y el lenguaje.
Pues bien, eso es lo que hemos estado cometiendo aquí al brincar algunas de las bases de lo que es la comunicación, es por ello que, con el objetivo de dejar de manera más claras los futuros artículos, esta vez hablaremos de los términos que usamos en el tema de la comunicación.
DESEO o NECESIDAD
Desde un punto de vista práctico, son indistintos el uno del otro, un DESEO es algo que sería bueno tener, que otorgará una mejora a la calidad de vida de quien desea. Mientras que la NECESIDAD consiste en algo que se requiere de forma más o menos urgente. A un nivel simbólico la NECESIDAD implica un peso mayor en cuanto a la presión ejercida para que sea satisfecha, sin embargo ambos conceptos funcionan de la misma forma en el sentido que ambos impulsan a la actividad comunicativa.
EMISOR
En términos claros, el EMISOR es aquello que comunica, usualmente se trata de algún ser vivo, una persona, un animal, que pretende comunicar alguna NECESIDAD o DESEO.
NECESIDAD o DESEO son palabras importantes puesto que ponen de relieve la importancia de esa comunicación. El ser que emite, el EMISOR, requiere la satisfacción de algo que le apremia, que le es indispensable, y la manera de obtener ese algo es comunicándolo.
Si bien lo más común es que el EMISOR sea un ser vivo, para efectos prácticos un ser humano, objetos inanimados también emiten información de manera constante, como cuando tu coche te prende la temida y poco comprendida luz Check Engine, sin embargo dicha comunicación no contiene un valor afectivo, se mantiene en el terreno de la información, por lo que no suele generar en sí misma un conflicto emocional.
EXPECTATIVA
La EXPECTATIVA es aquello que condiciona el hecho iniciar una comunicación, ello en función de lo que el EMISOR espera obtener. Usualmente somos lo bastante coherentes y razonables como para esperar algo que se encuentre dentro de nuestra realidad subjetiva inmediata.
Es por ello que, usualmente, el EMISOR no iniciará el proceso comunicativo si éste no piensa que existe la POSIBILIDAD de que el resultado del proceso finalice de un modo satisfactorio para su DESEO o NECESIDAD. No pedimos IMPOSIBLES, pues.
Así la EXPECTATIVA entra en juego incluso antes de que la comunicación comience a desarrollarse y predispone el desenlace de todo el proceso en base a cuán fuerte dicha EXPECTATIVA era para el EMISOR.
Eso podemos verlo más adelante en el proceso terapéutico con frases como: “¿Qué le costaba?” La cual implica que el EMISOR esperaba, de acuerdo a su propia idea de su DESEO o NECESIDAD, que bien podría recibir aquello que pide.
MENSAJE
Podemos enviar MENSAJES de todo tipo hacia el exterior, ello por el simple gusto de informar, por ejemplo al decir: “¡Qué calor está haciendo!” Cuando el MENSAJE no contiene una carga afectiva entonces se mantiene de ese modo, como un simple MENSAJE, sin embargo las personas que llegan a consulta no lo hacen por falta de afectividad, ¡al contrario! Llegan por un exceso de afectividad que dificulta la comunicación.
En esos casos el MENSAJE no es trivial, no se limita a transmitir información sino que viene cargado de afecto. El MENSAJE en las situaciones interpersonales que llegan a consulta, es aquello que el EMISOR comunica, en otras palabras, se trata del mencionado DESEO o NECESIDAD convertido en algo que pueda ser transmitido hacia el exterior. Tanto el DESEO como la NECESIDAD son cuestiones totalmente internas y subjetivas del EMISOR, por lo que es necesario “sacar” esa subjetividad y colocarla afuera, donde pueda ser recibida.
El MENSAJE es la conversión del DESEO o NECESIDAD en una forma de comunicación, es cuando sale del interior y espera ser recibido. Cuando el MENSAJE tiene una finalidad más allá de sólo informar, la de obtener la satisfacción a un DESEO o NECESIDAD, éste se convierte en:
SOLICITUD o DEMANDA
La carga emocional y afectiva puesta en el MENSAJE lo modifica de una manera importante, alterando de ese modo sus características y transformándolo en una SOLICITUD o una DEMANDA.
Ambas son similares puesto que pretenden una satisfacción, la diferencia más importante es el nivel de intensidad que cada una maneja. Mientras que la SOLICITUD puede negociarse o incluso rechazarse, la DEMANDA es más complicada pues exige la satisfacción, teniendo en sí misma una carga de presurización mayor para el objetivo de la comunicación.
Es por ello muy importante que, a la hora de comunicar, el EMISOR sepa identificar si su MENSAJE se habrá de transformar en una SOLICITUD o una DEMANDA, de modo que así el MENSAJE llegue de forma más clara a su objetivo y mejore sus probabilidades de verse satisfecho.
CÓDIGO
¿Te ha pasado que no sabes cómo decir algo pero sabes precisamente lo que quieres decir? Eso es porque no basta con “sacar” el MENSAJE de la subjetividad del EMISOR y colocarlo “afuera”, el MENSAJE debe ser construido y desarrollado de una forma que sea entendido y percibido por el exterior. La claridad en el MENSAJE ayuda a que éste sea mejor entendido y, así, mejora sus probabilidades de tener una RESPUESTA satisfactoria.
Entra el CÓDIGO, el cual es la forma que toma el MENSAJE para que pueda ser propagado y llegar hasta su objetivo. El CÓDIGO lo podemos entender de muchas formas como lo son: el lenguaje, idioma, manera de transmitirlo (gritos, señas, etc.). Mientras el CÓDIGO sea más fácilmente entendido las probabilidades de que el MENSAJE sea bien recibido aumentan.
Por eso tus papás te decían que le bajaras a la música cuando hablaban por teléfono.
CANAL
Las cosas se complican porque el MENSAJE, ya CODIFICADO, necesita transitar de algún modo hasta su objetivo para ser escuchado. Aquello que el MENSAJE transita se llama CANAL. El CANAL es el medio que el MENSAJE va a tomar para llegar a su destino.
El CANAL puede ser la voz, cuando estamos muy cerca, el teléfono, si hay distancias largas, el radio, televisión, un WhatsApp, una indirecta de Facebook, etc. Es el medio por el que tratarás de hacer llegar el MENSAJE hasta su destino.
Y por lo mismo, el CANAL influye directamente en la claridad del MENSAJE puesto que puede oponer RESISTENCIA.
La RESISTENCIA es aquello que complica la claridad del MENSAJE, como hablar de forma incorrecta, el uso de modismos, la interferencia electrónica, el uso de emoticones, la mala señal del internet, etc. Es aquello que puede alterar de forma artificial el contenido del MENSAJE y causar que la respuesta a dicho MENSAJE sea menos satisfactoria.
Tanto el CANAL como el CÓDIGO son de suma importancia porque, muchas veces, son lo que termina por dañar las posibilidades de que el MENSAJE sea recibido. Como lo comenté en mi artículo del Síndrome del Entrevistador Petulante (Que puedes leer aquí), el CANAL y el CÓDIGO interfieren con la claridad, aún y cuando dicho CANAL sea tu propia voz y el CÓDIGO que usas sea entendido por ambas partes (idioma español), si no sabes emplearlos de forma clara y eficiente.
Estos disturbios en la claridad de la comunicación son más evidentes en los temidos mensajes de texto, donde palabras tan sencillas como “OK” pueden ser interpretadas de manera catastrófica debido a que el CANAL no ofrece la máxima claridad en su modo de entrega. La manera en que quien recibe el MENSAJE lea ese “OK” no es dictada por el EMISOR, ni por el MENSAJE, ni por el CÓDIGO, sino por la subjetividad del RECEPTOR y ésta está totalmente vinculada a la poca claridad que el CANAL ofrece.
RECEPTOR
El RECEPTOR es aquello o aquel que habrá de recibir el MENSAJE. Es el objetivo del EMISOR y quien tiene las facultades para dar satisfacción al DESEO o NECESIDAD que el EMISOR trata de complacer.
El RECEPTOR es un elemento de suma importancia en la comunicación puesto que, sin un RECEPTOR, no se puede dar el proceso comunicativo. La idea de la comunicación es la transmisión de la información, por ello algo o alguien debe recibir esa información.
En términos de nuestra ciencia psicológica el RECEPTOR siempre habrá de ser una persona que es el objetivo de la información que tratamos de compartir. A un nivel más global encontramos receptores animales o incluso mecánicos (como las computadoras), no obstante el factor humano es casi permanentemente presente, por lo que las cuestiones subjetivas finalmente habrán de entrar en juego.
RESPUESTA
Y el proceso comunicativo no termina una vez que el EMISOR ha recibido el MENSAJE, puesto que el objetivo de la comunicación es la obtención de algo, recordemos el DESEO o NECESIDAD; así que no debemos olvidar que no basta con “decir”, lo que sigue es la RESPUESTA.
La RESPUESTA es aquello que nos habrá de satisfacer o frustrar debido a su forma, que puede ser POSITIVA, o sea que el MENSAJE fue recibido y respondido de manera satisfactoria para el EMISOR. NEGATIVA, o sea que el MENSAJE fue recibido y respondido de manera insatisfactoria para el EMISOR, o ser CONDICIONADA.
Entendamos, toda RESPUESTA es en sí misma un MENSAJE, sin embargo no todo MENSAJE es una SOLICITUD o DEMANDA. Cuando la RESPUESTA es POSITIVA o NEGATIVA, el MENSAJE que el RECEPTOR envía de vuelta al EMISOR es la de una satisfacción o una negación y NO propone algo. Sin embargo en consulta no siempre la RESPUESTA es nada más un MENSAJE, la mayor parte de las veces la RESPUESTA se CONDICIONA y transforma.
CONTRA SOLICITUD o CONTRA DEMANDA
Cuando el MENSAJE que carga la RESPUESTA del RECEPTOR viene CONDICIONADA por factores subjetivos, afectivos, sentimentales, etc. Éste se transforma (como antes lo hiciera el MENSAJE original del EMISOR) en una CONTRA SOLICITUD o CONTRA DEMANDA. Este proceso que sigue la RESPUESTA es muy similar al del MENSAJE original, sólo que regresa a su origen con el fin de lograr algún objetivo.
Una CONTRA SOLICITUD o CONTRA DEMANDA es aquello que el RECEPTOR necesita para responder satisfactoriamente el MENSAJE original (sea éste SOLICITUD o DEMANDA). Esto ocurre debido a la misma carga emocional que transformó al MENSAJE original y es de lo más usual en relaciones interpersonales intensas, como las relaciones de pareja y familiares, donde lo emocional es eje central.
Si la RESPUESTA es una CONTRA SOLICITUD o CONTRA DEMANDA entonces el proceso comunicativo entra en la fase de NEGOCIACIÓN.
NEGOCIACIÓN
La NEGOCIACIÓN es una fase a la que sólo se puede ingresar cuando el MENSAJE es una SOLICITUD o DEMANDA y la RESPUESTA es una CONTRA SOLICITUD o una CONTRA DEMANDA. Implica una nueva organización comunicativa entre los participantes, quienes pretenden alcanzar la mayor satisfacción posible a sus DESEOS o NECESIDADES, perdiendo la menor satisfacción en el proceso.
Cuando la NEGOCIACIÓN se desarrolla de manera eficiente, utilizando los principios de la CONCRETITUD, un CÓDIGO que los participantes logren comprender, por el CANAL que ofrezca la menor RESISTENCIA; entonces las probabilidades de que el MENSAJE original obtenga una satisfacción son más elevadas. Alcanzar esa satisfacción implica la utilización de alguno de los Tres Caminos Contra la Frustración: POSPONER, RENUNCIAR y TRANSFORMAR durante la fase de NEGOCIACIÓN. Sin embargo la incapacidad de transitar por alguno de los Tres Caminos Contra la Frustración durante la fase de NEGOCIACIÓN la transforma.
DISCUSIÓN
Una NEGOCIACIÓN infructuosa se convierte entonces en una DISCUSIÓN, y estoy totalmente seguro que has tenido muchas de esas. Una DISCUSIÓN es una NEGOCIACIÓN poco clara, desarrollada por CANALES inadecuados, utilizando CÓDIGOS que no son entendibles para las partes, y evadiendo llegar al punto de lo que se DESEA o NECESITA.
La DISCUSIÓN se convierte en gritos, reclamos, llanto, peleas; y sin embargo en el fondo nunca deja de ser una NEGOCIACIÓN. Ésta sigue ahí, presente, latente, esperando ser comprendida por EMISOR y RECEPTOR.
Es por ello que es importante mantener una comunicación eficiente, puesto que una comunicación eficiente es clara, comprensible, lógica; y esos factores hacen que la RESPUESTA tenga una mejor probabilidad de ser POSITIVA.
Porque a la hora de una NEGOCIACIÓN se necesitan elementos claros, leer la letra chiquita, conocer los términos que se emplean, antes de así estampar nuestra firma y comprometernos a algo que no entendemos. Comunicarle claramente con las personas significativas para ti te puede evitar caer en la DISCUSIÓN y te pone un paso más cerca de llegar a LA META, que ES SER FELIZ.