Como se comentó en un artículo anterior (puedes leerlo aquí), gran parte del núcleo de los conflictos interpersonales, usualmente enfatizamos los de pareja pero se aplica a cualquier tipo de relación, se debe a una falla en el modelo de comunicación que empleamos.
La comunicación es básica para el desarrollo de la humanidad, ha sido el artífice del progreso al permitirnos transmitir el conocimiento a través del espacio y del tiempo. Sin la capacidad de comunicarnos no podríamos retomar los proyectos que alguien más comenzara ni aprender habilidades nuevas que nos permitan acercarnos a nuestras metas más soñadas.
Es curioso que algo tan básico y que, en teoría, aprendemos a realizar a edades sumamente tempranas, se convierte en una habilidad que posteriormente se va perdiendo y difuminando, teniendo así como consecuencia que nos atiborramos de problemas a la hora de tratar de comunicar algo.
Y nos da problemas porque comunicamos algo que deseamos, que necesitamos; cuando la forma de comunicar ese deseo/necesidad es deficiente, implica que la respuesta que recibiremos probablemente será insatisfactoria y, por consiguiente, nuestro deseo/necesidad se verá insatisfecho.
Con una comunicación deficiente viene la insatisfacción y eso nos aleja de la meta, que es SER FELIZ. Es por eso que es importante aprender a comunicarnos de un modo más eficaz.
El modelo comunicativo simple nos dice que hay un emisor, un mensaje y un receptor. Partiremos de ese esquema a fin de volverlo más complejo puesto que esta ecuación tiene algunas partes adicionales si lo vemos desde el punto de vista de la psicología.
Partiremos de lo más importante: TÚ. TÚ sientes en algún momento una NECESIDAD o un DESEO, existe algo que hace falta en tu vida y que has logrado identificar el sitio de donde podrás obtener ese DESEO o cubrir esa NECESIDAD, es alguien más quien lo tiene y sólo esa persona podrá facilitártelo.
Así TÚ eres el emisor, quien tiene un DESEO/NECESIDAD, que transmitirá en forma de una SOLICITUD/DEMANDA, mensaje; a una persona que tiene la capacidad o cualidad más óptima para satisfacer ese DESEO/NECESIDAD, o sea el receptor. De ese modo en cuestiones de microsegundos TÚ has realizado un análisis acerca de por qué tu DESEO/NECESIDAD debe llegar a tu receptor particular en ese momento determinado, ha llegado la hora de emitir el mensaje, dar a conocer tu deseo.
Sin embargo el problema llega precisamente en ese instante, a la hora de la transmisión del mensaje, recordemos que éste no es otra cosa que un DESEO/NECESIDAD que TÚ, el emisor, requiere ver satisfecho, ello confiere una presión puesto que la simple posibilidad del rechazo a nuestra solicitud genera un gran estrés a la hora de la misma.
Ese estrés modifica el mensaje, lo enturbia, difumina y lo vuelve ambiguo, en otras palabras, lo convierte en algo más difícil de entender, lo que conlleva que sea más elevada la probabilidad de que la respuesta sea no satisfactoria, lo que aumenta el estrés del emisor, lo que… Ya entendiste.
Es por ello que la práctica de un mensaje claro favorece a la comunicación eficaz. Una comunicación es eficaz en la medida que tiende a cumplir el objetivo planteado, o sea el cumplimento del DESEO o la satisfacción de la NECESIDAD.
Para tener una mejor probabilidad de alcanzar la meta del cumplimento de tu DESEO/NECESIDAD, tu SOLICITUD/DEMANDA debe incluir la respuesta a tantas de estas interrogantes como puedas: ¿Qué quiero, cómo lo quiero, cuándo lo quiero, dónde lo quiero, de quién lo quiero, por qué lo quiero? De modo que el receptor tenga la información suficiente para analizar tu SOLICITUD/DEMANDA.
Al emitir tu mensaje de una forma clara, teniendo en mente la respuesta a las interrogantes ya mencionadas, tu receptor estará en igualdad de circunstancias contigo para entender por qué es importante emitir una respuesta a ese mensaje. Una vez analizado el mensaje, el receptor devolverá su propio mensaje (esperemos que igualmente concreto), que puede ser positivo, negativo o incluir condicionantes, o sea, una CONTRA SOLICITUD/CONTRA DEMANDA. Y así inicia el largo juego de la NEGOCIACIÓN.
Si tu vida es de frustración, de tristeza, de malestar, probablemente se deba a que no has sabido comunicarte. Una comunicación deficiente lleva a DESEOS/ NECESIDADES no satisfechas, y esa insatisfacción lleva a la frustración, lo que finaliza en la infelicidad y, en ciertas ocasiones, en acciones violentas como el último recurso para alcanzar la meta.
No caigas más en los mismos errores, como se dijo en un artículo previo, la CONCRETITUD es la base de la comunicación eficiente, una comunicación eficiente es la clave de que el mensaje sea bien recibido y respondido de una manera más satisfactoria.
Y si, pese a todo, la respuesta a tu mensaje es insatisfactoria, ¡cambia la manera de plantear el mensaje! Es posible que el problema no sea que tu mensaje (DESEO/NECESIDAD) sea imposible de satisfacer, es más probable que sea tu manera de emitir el mensaje lo que sabotea tus intereses y te aleja de la meta, que es SER FELIZ.